Un masaje pornográfico ya sabemos que es distinto a los masajes normales. Aunque al principio te tocan un poco la espalda, lo que acaba ocurriendo es que en un momento dado la masajista agarra tu polla y comienza a menearla con un buen ritmo. Si tienes suerte la tía te la chupa y si tienes todavía más suerte lo que hace es subirse encima de tu rabo y cabalgarte un poco hasta que consigues correrte. En algunos casos, como ocurre con la del vídeo, la zorra no se conforma con una corrida normal, sino que quiere que te corras en sus tetas.
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