Cuando una girlscout llama a tu puerta para que le compres galletas normalmente no esperas que te haga ninguna propuesta especial más allá de dejarte más baratas las galletas de coco porque no las quiere ni dios. Pero a este tío la girlscout que le ha tocado es un poco puta y está convencida de que ella obtendrá el mayor volumen de ventas del grupo, así que le ofrece sexo si le compra muchas galletas. El polvazo es brutal y el tío se asegura de comprarle todas las galletas que lleva para seguir penetrándola un buen rato hasta haberle agujereado bien el chochito.
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