Si un día cuando vuestro marido llega de trabajar os dice “chúpame la polla cariño”, como esposas fieles y sumisas estáis obligadas a complacerle. Os jodéis, os metéis su rabo en la boca y chupáis hasta el momento mágico en el que notáis cómo toda la leche caliente os va llenando. Esta esposa sabe cuál es su papel, así que cuando su marido se lo pide se pone a chupar sin parar y acaba con tanto semen dentro que se le escurre entre los labios, pero eso no impide que haya sido una pedazo de mamada hasta el fondo y hasta el final.
La entrada Chúpame la polla cariño que tengo ganas de correrme aparece primero en ..